El hilo tensado como recurso
para la lectura de un libro.
Por Desirée Rubio De Marzo
para la revista S Moda de El País
#reseñasbordadas #tensareltexto
«Necesitamos casas. Expuestos como lombrices al sol, ocultamos los ojos tras las manos. Es esa oscuridad lo único que podemos llamar casa», escribe Ruth Miguel Franco en este libro que explora un viaje dentro del viaje. «La pureza» es una crónica acerca de la ciudad austriaca de Innsbruck y aborda un tránsito introspectivo que la autora describe como búsqueda de la pureza. Partir es dar pasos con el hilo. El hilo supone flechas hacia adelante, nunca hacia atrás. Se empieza caminando por calles desconocidas y, como si de un estriptís se tratara, uno continúa despojándose de ruido, quitando párrafos hasta quedarse en la página en blanco. Decía Agamben que «pensar significa recordar la página en blanco mientras se escribe o se lee. Pensar —pero también leer— significa recordar la materia». Eso es el viaje: arrojarse contra todo lo que se mueve para dejar atrás costumbres y afectos y llegar al centro antiguo, a la materia pura y verdadera que somos.