La faja universal es todas las fajas:
ensancha el proceso
creativo de lectura.
Esta faja arropa un libro
y provoca junto a él un efecto estético:
tiene la voluntad de compartir belleza.
Esta faja supone un alivio insólito:
abre la posibilidad
de leer varias veces.
Esta faja es un llamado
a la resignificación:
son los ojos de un felino
que acaba de romper un jarrón.
Las pupilas de un felino pueden dilatarse cuando está emocionado o asustado.
Es su cerebro diciéndole «obtén más información del entorno».
¿Hasta qué punto, como lectores,
somos animales domesticados?
El entorno se presenta como una realidad, el texto es entendido como la reformulación del entorno ya formulado. El texto funciona como un potencial de efectos que solo se pueden sentir en el proceso de lectura. Es en ese territorio donde aparecen nuevos sentidos y se dibuja la figura de un triángulo: el texto, el lector y el deseo por lo que falta, si pensamos la lectura como una búsqueda.
El lector, indómito y deseante, traduce en su experiencia lectora el efecto de la estructura del texto. Esta experiencia es un proceso, una experiencia estética literaria, un proceso creativo de lectura, donde la figura del lector da vida y actualiza la obra que lee.
Iser Wolfgang compartió la teoría donde los textos literarios producen «espacios vacíos» a partir de los elementos de indeterminación del texto.
Estos espacios en blanco son completados por el lector, al que no se subestima en su capacidad y competencia literaria suficiente para llenarlos con sus ideas e imaginación.
En esa interacción, el texto reclama la presencia e implicación del lector. Conjeturas, inferencias, saltos lógicos y suposiciones que se modifican constantemente, según la afinidad con el texto, conforman el proceso creativo de lectura.
Un texto complejo con un alto número de espacios en blanco supone un manjar para quien lee.
Esta faja universal es el instrumento del lector para recomendar ese manjar.
La frase de faja de la faja
«Hay algo evidente: hacía falta desde hace bastante tiempo una faja así. La única faja del mundo que no aprieta» (Gregorio Apesteguía,
Almacén de Análisis).
*Objeto performativo creado por Desirée Rubio De Marzo,
Escrito a lápiz, 2024.
Siete fajas superpuestas conforman la faja universal.
La faja se adapta a un libro de 12 cm y de 15 cm de ancho.
Está plastificada en acabado soft touch o terciopelo para que la superposición de fajas no se desplace involuntariamente.
